En el anuncio de Navidad de la Lotería Nacional es Julián un vecino de la España Vaciada que no tiene con quién compartir su décimo. En la realidad, es Amadeo Marín, el actor amateur riojano que a sus 63 años ha cumplido el sueño de lograr un papel protagonista.
Interiorista de profesión, Amadeo, nacido en Villamediana de Iregua, inició hace una década su andadura por el mundo de la interpretación apuntándose a un curso de clown. Hoy forma parte del grupo Cómicos Inestables del Norte, sigue formándose en la escuela de David Monge y participó como actor de reparto en la película Un amor de Isabel Coixet. Ser elegido para este anuncio fue una sorpresa inesperada que le dejó “en shock”.
¿Cómo ha sido la experiencia de ser Julián y convertirte en una estrella esta Navidad?
Yo diría protagonista más que estrella. La verdad es que no tengo palabras, no sé explicarlo. Soy incapaz de contestar a esa pregunta. Es algo indescriptible, estoy feliz, encantado, llevo bien esta fama. No me agobia. Si me paran 25 personas en una mañana para hacerse una foto, lo haré con la misma sonrisa todas las veces. No me puedo negar, al contrario.
¿Cuándo empezó esta vocación de la interpretación y cómo ha ido ese viaje hasta llegar hasta aquí?
Yo soy un apasionado del trabajo y de la familia y no tenía nada que ver con este mundo. Pero hace unos diez años, con la crisis, mi mujer me animó a apuntarme a un curso de la Universidad Popular de La Rioja de clown y cuando me subí al escenario descubrí que me encantaba estar ahí arriba y hacer reír a la gente.
Luego surgió la oportunidad de vivir la experiencia de un casting para una película (Un amor, de Isabel Coixet, rodada en La Rioja) y nos presentamos mi pareja y yo. Y va y me cogen a mí de actor de reparto y a ella no. Ese sueño se hizo realidad. Y esta vez me presenté porque era para protagonista de un cortometraje, pero no sabía para qué exactamente. Pasé un filtro, otro… En el segundo ¡hasta me salió una morrera! Cuando me dijeron que me seleccionaban y para qué era, me quedé en shock.

¿Qué fue lo más impactante del rodaje?
Disfruté mucho cuando llegué y vi a todos los figurantes con camisetas con mi cara. Y diciendo “Julián, Julián”. Se me ponía la carne de gallina.
¿Cómo se vive esto cuando lo logras una vez superados los 60? ¿Se saborea de una forma especial?
A mi edad estoy como más blandito, me afecta todo más y a la vez me da más igual todo, me callo menos. Me parece maravilloso que me haya pasado en este momento. No soy de los que miran atrás, ni de los que se arrepienten o fustigan por lo que hicieron o no hicieron.
¿Siempre es un buen momento para perseguir un sueño?
A nuestra edad si te gusta algo no te cortes. Lo que tenemos que aprender es a disfrutar el momento porque todo pasa muy rápido. Y creo que no lo hacemos. Vivir es un regalo.
Si alguien tiene una afición o un hobby, yo les diría que vayan a por ello, pero no para sufrir. Y más a nuestra edad. Que lo hagan sin pretensiones y sin hacer caso a lo que puedan opinar los demás.
¿Te planteas dar un paso más en tu carrera como actor?
No creo que me llamen para otras cosas porque no me dedico a esto, pero si surge alguna oportunidad… Lo bueno es que tengo ya dos cositas en mi currículum: haber participado como figurante en la película de Coixet y protagonizar el anuncio de Navidad de Lotería Nacional.
Yo seguiré aquí con mis Cómicos. Me gusta hacer cursos intensivos, pero los hago aquí. No me planteo dar el salto a formarme fuera, me da pereza. Soy muy casero, mi casa es mi castillo y me gusta estar con mi familia. Igual cuando me jubile… Si me llaman de alguna serie y si es cierto lo que me han dicho que pagan, yo me apunto y puedo dejar de trabajar (ríe).
Creo que estás teniendo algunas anécdotas con las Administraciones de Lotería. Todo el mundo debe de querer comprar el mismo décimo que tú.
Sí, desde la Administración de Vigo donde compré mi décimo, y que resultó ser donde se rodó luego el anuncio, me han llamado para darme las gracias porque estaban enviando un montón de décimos del mismo número a La Rioja. Y pensaban que era yo el que estaba dando el teléfono a todos.
Tengo muchísimo cuidado cuando tengo que hacerme alguna foto o grabar con algún medio en una Administración de Lotería con un décimo en la mano. Trato de que no vea el número, porque ya me han dicho que hay mucho “friqui” en la lotería. Todavía no he comprado ningún número aquí, y si lo compro tendré cuidado de que nadie lo vea.
¿Eres muy aficionado a la Lotería?
Solo juego en Navidad y si toca lo echamos al Niño. Y siempre es para compartir con la familia, cumpliendo la tradición. Lo que sí tengo afición es al Euromillón, pero si el bote es gordo. Si es el premio es pequeño, no juego. Eso sí, si me toca algo, aunque sean 4 euros, me pongo a dar botes de alegría.
¿Amadeo tiene con quién compartir este año su número de la Lotería?
¡Sí, sí! Amadeo tiene con quién compartir y comparten con él. La sorpresa este año es que hay gente que ha compartido conmigo un número porque le hace ilusión. Me ha chocado, porque aún no me lo creo. Algunos vienen con la fotocopia y les digo que cuánto les doy y me dicen que no, que lo comparten conmigo. La mayoría son gente que me conoce: clientes, algún medio de comunicación… Pero hay una persona que no conozco de nada y que me ha mandado un número por WhastApp.