Sabios, testarudos, entrañables, inolvidables, divertidos, cascarrabias o deslenguados. Del cine clásico al más gamberro, de la literatura que emociona a los largometrajes animados que atraviesan generaciones; hoy celebramos a esos abuelos y abuelas que han dejado huella en nuestra memoria colectiva.
En el Día de los Abuelos, rememoramos a esos personajes que forman parte de nuestra historia y que siguen inspirando una mirada vitalista sobre el paso del tiempo.
Herminia, la abuela de ‘Cuéntame’ (y la de todos)
Con su delantal, su temple y ese saber de otra época, Herminia (María Galiana) es mucho más que un personaje de serie: es la memoria viva de varias generaciones de espectadores. Representa a esas mujeres que sostuvieron familias enteras, sin hacer ruido, con sentido común y ese humor que no necesita carcajadas. Más de 20 años acompañando al público en la ficción de TVE la han convertido en la abuela por excelencia de la televisión española (y de todos nosotros).
Don José, el entrañable abuelo de Chencho y de La gran familia
Si escuchas “Chencho” y te viene a la mente la Plaza Mayor de Madrid en blanco y negro en plena Navidad, y un abuelo desgañitándose, eres un auténtico silver. Pepe Isbert, desesperado en esa escena, era José, el abuelo bonachón de una familia numerosa que se ha convertido en una de las más queridas del cine español. Su voz temblorosa, su dignidad humilde y su mirada cálida marcaron a toda una generación. Él es el abuelo de los Reyes Magos, el de los bocadillos en el recreo y los consejos sin sermones. Un emblema del cine familiar de los años 60.
Clara, una figura luminosa y con poderes en La casa de los espíritus
En la novela de Isabel Allende, Clara del Valle es una figura luminosa, mágica, silenciosa pero poderosa. Conecta con los espíritus, con los sueños, con lo que no se ve. Es abuela, madre, guía espiritual y médium emocional de una saga familiar marcada por la pasión, el silencio y la lucha. Su personaje simboliza la fuerza femenina que traspasa generaciones y que observa el mundo desde otra frecuencia.
Salvatore Roncone, el abuelo y el amor de La sonrisa etrusca
Un viejo gruñón del sur de Italia que llega a Milán y se reblandece gracias a su nieto. Salvatore Roncone no es solo un personaje: es un huracán emocional. José Luis Sampedro escribió en esta novela una historia preciosa sobre la transformación que produce el amor cuando ya creías que no quedaba nada por vivir. Una de esas lecturas que se impregnan para siempre.
Mamá Coco, un alma callada que sostiene toda la historia en Coco
Sin decir apenas una palabra, Mamá Coco consigue que se nos caiga la lagrimita. Ella es la raíz, la memoria viva, el amor incondicional. Su personaje representa el vínculo más profundo entre pasado y presente, y en Coco, es el corazón invisible que mantiene unida a la familia. Una abuela que, con una canción y una sonrisa, nos recuerda por qué es tan importante rememorar a quienes ya no están. Otro gran éxito de Pixar para ver una y otra vez con los nietos y nietas.
Don Rodrigo, El abuelo de Galdós, Garci y Azcona
Adaptación cinematográfica de la obra de Galdós dirigida por José Luis Garci y con guion de Rafael Azcona, esta película pone en el centro a Don Rodrigo de Arista-Potestad (interpretado por Fernando Fernán Gómez), un abuelo obsesionado por descubrir cuál de sus nietas lleva su sangre. Orgulloso, autoritario e irónico pero también profundamente humano, representa a una España que se resquebraja y a una figura de abuelo con carácter trágico y épico.

Edwin Hoover, irreverencia y provocación en Pequeña Miss Sunshine
Malhablado, rebelde, entrañable. Edwin, el abuelo adicto e irreverente de Pequeña Miss Sunshine, es el motor emocional (y logístico) de una familia muy disfuncional. Interpretado por Alan Arkin, representa a ese tipo de abuelo que rompe esquemas pero al que todos acaban queriendo. Un personaje que demuestra que ser abuelo no siempre es sinónimo de sabiduría serena…
Carmina Barrios, rompiendo moldes en Carmina o revienta
Y cerramos con dinamita: Carmina no da consejos, no hornea dulces ni borda tapetes. Dirigida por su hijo Paco León, esta película mezcla realidad y ficción para mostrarnos a una matriarca sevillana que tira de picaresca y carácter para sobrevivir. Carmina es abuela, empresaria, superviviente y mujer con un código moral propio. Rompe todos los moldes y nos regala algo valiosísimo: una imagen de la vejez real, rebelde, sin filtros y con una particular luz propia.
Todos estos personajes, desde la ficción de la pantalla o los libros, muestran cómo envejecer no significa apagarse, sino transformarse. Que las canas traen historias, sabiduría, sentido del humor, una forma de amar sin prisas. Y arrojo para defender a los suyos y también a uno mismo.



