El presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, ha animado hoy a la ciudadanía a “reafirmar y actualizar nuestro pacto con esta tierra”, un pacto sustentado en el esfuerzo compartido que, según ha enfatizado, “cuando se comparte se traduce en progreso”.
Capellán ha expresado estas palabras durante su intervención en el Pisado de la uva y ofrenda del primer mosto a la Virgen de Valvanera, patrona de la comunidad, celebrado en el IES Sagasta debido a la previsión de lluvias. “El progreso no es obra de unos pocos, es fruto de una comunidad entera”, ha manifestado ante las autoridades y asistentes a este acto central de las fiestas de San Mateo.

El presidente recordó que la jornada coincide con el Día Internacional de la Paz y ha expresado en nombre de todas las personas riojanas su “más enérgica condena ante los conflictos y guerras, el horror y la muerte”. También hizo un llamado a “la sensatez y a la mediación de todos los poderes con capacidad de intervención para ponerles fin”.
En un discurso caracterizado por la diversidad y la convivencia, Capellán ha reivindicado que “el equilibrio se alcanza en la mezcla, en la armonía de cosas distintas”, y señaló que La Rioja “ha sabido ser fiel a sus raíces y, al mismo tiempo, abierta al cambio”.
Con motivo del 200 aniversario del nacimiento de Sagasta, el presidente recordó una de sus máximas: “La fuerza de un pueblo se mide no solo por lo que es capaz de cambiar, sino sobre todo por lo que es capaz de construir en común”.
El jefe del Ejecutivo ha dedicado también palabras de reconocimiento a agricultoras y agricultores, bomberos, agentes forestales, voluntarios y personal de emergencias que este año “han dado un paso al frente, profesional, comprometido y eficaz” ante las adversidades.
Capellán enumeró los principales desafíos que enfrenta la región: el cambio climático, la digitalización, la despoblación rural o la falta de infraestructuras de comunicación, que ha calificado de “deuda sangrante con esta tierra”. Frente a ellos, ha señalado oportunidades como el turismo sostenible, la internacionalización empresarial, la innovación tecnológica o la cultura como motor económico.
El discurso finalizó con un deseo en clave simbólica: “Que el mosto que hoy ofrecemos sea símbolo de unión, de solidaridad y de esperanza. Que cada riojano encuentre en su tierra un motivo para quedarse y un ilusionante proyecto para vivir”.



