La memoria, la política y los afectos se entrelazan en la obra Claveles, que llega al Teatro Bretón de Logroño el sábado 10 de mayo (20:00 h) dentro del ciclo Escena de Hoy.
Escrita por Emma Riverola y dirigida por Abel Folk, esta pieza de 80 minutos propone un viaje emocional que arranca en abril de 1974, con la Revolución de los Claveles portuguesa como telón de fondo.
En Claveles, tres estudiantes españoles viajan a Lisboa atraídos por el estallido democrático en el país vecino. Cincuenta años después, Javier visita a Violeta, antigua compañera y pareja del fallecido Ramón. El reencuentro, cargado de silencios, rencores y verdades por desvelar, abre paso a una exploración de los ideales rotos, las traiciones íntimas y el desencanto político.
Protagonizada por Silvia Marsó y el propio Abel Folk, la obra cuenta con escenografía de Paco Azorín y es una coproducción de Lantia Escénica, La Marsó Produce, Hold-Principal y Faig Produccions.
Se representará el sábado 10 de mayo, a las 20.00 horas, en el Teatro Bretón de Logroño. Duración: 1 hora y 20 minutos.
Venta de entradas
Las entradas tienen unos precios de:
- 8€ segundo anfiteatro (filas 1 a 3)
- 10€ segundo anfiteatro (filas 4 a 7)
- 15€ primer anfiteatro
- 18€ patio de butacas
Se pueden comprar online pinchando aquí
En taquilla: de 11:00 a 14:00 h, de lunes a sábado y desde dos horas antes del inicio de la función, los días que haya espectáculo. De 12:00 a 14:00 h, los domingos y festivos, y desde 2 horas antes del inicio de la función. Los domingos y festivos sin función, la taquilla permanecerá cerrada.
Por teléfono: los días y horarios indicados en el: 941 20 72 31
Próximas obras en el Bretón
Una semana después, el sábado 17 de mayo, el escenario acogerá Encuentros breves con hombres repulsivos, una adaptación de la obra de David Foster Wallace dirigida por Daniel Veronese. En ella, dos actores se alternan en ocho escenas que retratan las múltiples caras de la masculinidad tóxica en situaciones de aparente cotidianidad. Cruda, incómoda y necesaria, esta propuesta profundiza en la violencia sutil —y no tanto— que aún define muchas relaciones entre hombres y mujeres.