Sexualidad a partir de los 60: la revolución de la erótica

Sexualidad a partir de los 60: la revolución de la erótica

¿Sumar años apaga la sexualidad? El sexo, en esta sociedad, no se visibiliza ni se valida a partir de determinada edad. Sin embargo, lejos de los tabúes y prejuicios que existen, muchas personas viven esta etapa con total libertad y descubren una erótica más global para experimentar placer.

La sociedad tiene creencias sobre la sexualidad a partir de cierta edad que no se corresponden con la realidad y con la manera en la que estas personas experimentan esta faceta de sus vidas. Las sexólogas Ruth Arriero y Bárbara Sáenz, de Serise Sexología, nos ayudan a desmontar mitos y a conocer cómo vivir una sexualidad en plenitud en esta etapa.

El cuerpo envejece, el deseo evoluciona

Una de las creencias erróneas más extendidas es que los mayores no tienen relaciones sexuales. “Cuando las personas se hacen mayores, sus cuerpos ya no se corresponden con la belleza normativa y todo lo que se aleja de ésta se considera como asexual”, explican desde Serise. Esto lo ven claramente cuando trabajan en los colegios, en los que los alumnos y alumnas creen que la vida sexual acaba sobre los 50 años; a los 65 en el mejor de los casos.Esta idea está muy relacionada también con otra obsesión de la sociedad en la que vivimos: la productividad. “En el momento en el que ya no trabajas y no puedes tener hijos, se te aparta de esta sociedad”. Sin embargo, lejos de esos prejuicios, esta etapa puede suponer un empoderamiento, especialmente en el caso de sus mujeres. «A esa edad, conocen más su cuerpo, su mapa de placer y son capaces de reivindicarlo. Saben lo que les gusta, lo que desean y también lo que no quieren; viven un cambio radical y una vivencia muchísimo más satisfactoria de la erótica”.

La menopausia, «una liberación»

Otro mito es pensar que la sexualidad en las mujeres finaliza cuando llega la menopausia. Al contrario, “muchas mujeres lo viven como una liberación, porque han estado toda la vida con la obsesión de prevenir los embarazos”. Por eso, en esta etapa empiezan a disfrutar de otra manera.

Los cambios que experimentan hombres y mujeres abren la puerta a una erótica más global

“El modelo de sexualidad imperante es el de cuerpos jóvenes que funcionan perfectamente. Un modelo coitocéntrico” explican desde Serise. Por eso, tendemos a pensar que esa sexualidad se extingue con las arrugas y los cambios físicos. «Pero en el momento en el que los cuerpos ya no funcionan como antes, hay que adaptarse». Es entonces cuando hombres y mujeres empiezan a descubrir una erótica “muchísimo más amplia que siempre ha estado ahí”, y en la que, según estas expertas, todo el mundo debería ahondar desde el momento en el que se inician las primeras relaciones. En esta etapa “los besos y las caricias son prácticas tremendamente satisfactorias que cobran un especial protagonismo”. Una nueva forma de vivir la sexualidad a la que las mujeres se adaptan más rápido y con mayor facilidad que los hombres.

Sí es cierto, que todo esto se experimenta de forma diferente en las edades más avanzadas. En mayores de 80 años están más arraigados los efectos de una educación más restrictiva y es más difícil expresar emociones y deseos relacionados con la sexualidad. Es poco frecuente que estas personas acudan a un profesional a pedir ayuda o  que intercambien experiencias porque ellos mismos levantan barreras. A veces, incluso no son capaces de poner nombre a la erótica que están viviendo, “la que apetece a esas edades, que es la erótica de la intimidad, de la ternura y de la caricia”.

El autoerotismo: redescubrirse a sí mismos

Cuando una persona está sin pareja a esta edad, entra en juego el autoerotismo. “Incluso personas que mientras han estado con pareja no exploraban esta faceta, de pronto llegan a una etapa en la que se dan cuenta de que puede ser una alternativa estupenda”. Se trata de un tema del que no se habla con naturalidad, por los tabúes que han rodeado a la masturbación durante siglos y que sigue teniendo secuelas hoy en día en la generación plata: “hay un juicio social muy desagradable y despectivo cuando, por ejemplo, personas mayores quieren adquirir algún tipo de juguete sexual”.

‘No’ a la infantilización de los mayores

Desde Serise ven cómo a menudo “se infantiliza” a las personas mayores en todas las áreas de su vida y también, por supuesto, en su sexualidad. “Vemos que no se validan sus deseos, el hecho de que se tengan ganas, que les apetezca probar cosas nuevas o que quieran tener relaciones sexuales, con ellos mismos o con otras personas”. A veces, incluso, “se les ridiculiza” al hablar de este tema. Esto se agrava aún más en los de mayor edad, especialmente cuando viven en residencias, donde “no se les deja espacio” para explorar su cuerpo o para tener relaciones. Y si “les pillan, se les ridiculiza y humilla”.

Tres claves para una sexualidad plena a partir de los 60

Las especialistas de Serise destacan tres claves para disfrutar de la sexualidad en esta etapa:

  • Disfrutar de la erótica en su sentido más amplio: Es importante ir más allá del “coitocentrismo” y explorar formas de conexión que incluyan caricias, abrazos y besos. No hay que olvidar que el mayor órgano sexual es la piel.
  • Fomentar la comunicación: Hablar abiertamente, tanto con la pareja como con uno mismo, para identificar y expresar deseos, conocer lo que queremos y también lo que no queremos.
  • Buscar información: Nunca es tarde para aprender y derribar mitos. Acudir a talleres o profesionales especializados puede marcar una gran diferencia.

 

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