Los farmacéuticos son el primer eslabón en la atención sociosanitaria de los ciudadanos y el recurso al que acudir, especialmente, en los núcleos rurales, con una población más envejecida y menor número de servicios. Por eso, el Gobierno de La Rioja ha puesto en marcha un programa mediante el que las farmacias rurales serán puntos de detección de la soledad no deseada entre personas mayores de 60 años.
Bajo el lema “En la farmacia de tu municipio dispensamos atención”, la iniciativa busca aprovechar la cercanía y la confianza que existe entre vecinos y farmacéuticos para detectar señales de alerta, escuchar, acompañar y, cuando sea necesario, actuar, derivándolos a servicios sociales.
El programa se plasma en el convenio firmado esta mañana por la consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, junto con la directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores, Ana Zuazo, con el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de La Rioja, Miguel Ángel García. Se amplía así a toda la región la red que las farmacias tienen ya en la capital riojana en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño y que ha permitido detectar ya varios casos graves de soledad no deseada.
Martín ha recordado que más del 7% de las personas que habitan en La Rioja tienen más de 80 años, el 14% más de 65 años y se espera que estas cifras sigan subiendo en los próximos años. El envejecimiento de la población, la dispersión geográfica de los pequeños municipios y el menor número de servicios han agudizado una problemática silenciosa que afecta directamente a la salud física y mental: la soledad no deseada.
Atentos a las situaciones de vulnerabilidad
La participación de las farmacias en este programa, que pretende crear una red comunitaria, es voluntaria. Se apoya, según explica Zuazo, en herramientas como un protocolo de actuación directa a los servicios sociales, material divulgativo (carteles, folletos, etc.) o una hoja de derivación. Una vez identificado un posible caso, se informa a la persona sobre los recursos disponibles y, si lo desea, se le ayuda a contactar con el trabajador social. La iniciativa ya cuenta con la implicación de los Centros de Coordinación de Servicios Sociales de Rioja Alta, Rioja Centro y Rioja Baja, que serán los responsables de valorar cada situación y proporcionar el apoyo necesario.
Zuazo detalló algunas de las situaciones de vulnerabilidad que pueden estar en el origen de estos casos, como la llegada a la jubilación, el desempleo, problemas de salud o movilidad, situaciones en las que la persona viva sola y no tenga una red familiar o social, así como la pérdida de la pareja o dificultades con el idioma. Hay señales que indicativas para los profesionales -y que pueden poner también en alerta al entorno- como cambios de humor, dejadez personal, problemas para dormir o hiperfrecuentación de la farmacia, entre otros.
Las farmacias, disponibles para todas las personas
El presidente del Colegio de Farmacéuticos, Miguel Ángel García, incide en la labor social que se lleva a cabo desde las farmacias, “que están disponibles para todas las personas en condiciones de igualdad, en medio urbano o rural, porque el 99% de la población tiene una farmacia en su municipio”. Esto las convierte no sólo en un recurso sanitario accesible y eficaz, sino en un activo social de gran impacto.
“Cada 20 días pasan por las farmacias el equivalente a toda la población riojana, y es ese contacto directo y cercano con la comunidad lo que la sitúa en una posición privilegiada a la hora de identificar necesidades y detectar vulnerabilidades, colaborando activamente para mejorar la calidad de vida de las personas”, afirmó.
La Rioja cuenta en la actualidad con 158 farmacias y 99 están fuera de la capital, el 51% de las farmacias de La Rioja se localiza en municipios de menos de 1.500 habitantes. Además, la Comunidad dispone, de un total de 48 botiquines farmacéuticos.
