Son muchas las batallas con las que tienen que lidiar las personas mayores. Y la mayoría de ellas no son consecuencia directa de su edad, sino de cómo la sociedad, el entorno y las administraciones entienden y abordan el envejecimiento. Brecha digital, soledad no deseada, edadismo…; en todos estos frentes trabaja la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de La Rioja (UDP) que Saturnino Álvarez preside desde 2012.
UDP es muy conocida por sus viajes, “cuidados al detalle” para que los mayores los disfruten, y sus actividades lúdicas y formativas. Pero la labor de esta entidad, creada en 1978 y que agrupa a más de 12.000 riojanos, va mucho más allá y tiene como eje vertebral la defensa de los derechos de las personas de más edad y la oferta de recursos para que se mantengan activos.
El debate sobre las pensiones ha situado a este colectivo en el centro de la polémica en muchas ocasiones, algo que molesta especialmente a Álvarez. «Parece que los pensionistas somos los culpables de que los jóvenes tengan más o menos oportunidades y no es así. Hemos trabajado durante toda nuestra vida y tenemos derecho a lo que las leyes nos dan».
El presidente de UDP cree que se ha creado un discurso que les “demoniza” por defender este derecho. Desde la asociación creen que «en lugar de hablar de quitar las pensiones lo que hay que hacer es que los jóvenes tengan posibilidad de trabajar, fomentando la creación de empresas y de puestos laborales».
«Queremos ser una parte reconocida y activa de la sociedad»
No descarta que puedan sufrir nuevos ‘sustos’ en este ámbito, como el vivido a principios de año con el Decreto Ómnibus. «Desconfío mucho de los políticos. Las pensiones siempre se han utilizado como moneda de cambio», lamenta.
Edadismo e infantilización
Desde la UDP ven con preocupación el ‘edadismo’ que hay en la sociedad actual y los estereotipos sobre la vejez. «Se trata muchas veces a los mayores como críos o se ve solo en ellos su edad y no su realidad”. Álvarez pone un ejemplo claro: «vas al médico y no te atiende por tu mal, en muchas ocasiones te atiende por tu edad».
Para lograr que eso cambie y haya avances, colaboran con entidades sociales y Administraciones. En Logroño, forman parte de la Mesa de la Soledad, impulsada por el Ayuntamiento para detectar y atender casos de aislamiento en mayores.
Con el Consistorio trabajan también en el Proyecto de Ciudades Amigables con las Personas Mayores, promovido por la Organización Mundial de la Salud y coordinado en España por el Imserso. «Queremos construir una ciudad para todos y para todas, mayores, niños, personas con dependencia…» explica el presidente de los pensionistas.
Una de las primeras acciones de este proyecto fue realizar encuestas entre los mayores, que revelaron la necesidad de contar con un punto de información específico para ellos. UDP decidió dar respuesta a esa demanda.
«El tema del edadismo es preocupante. Vas al médico y no te atiende por tu mal, en muchas ocasiones te atiende por tu edad»
«Desde hace dos años tenemos ya un embrión de un Centro de Atención a Mayores«, señala Álvarez. Desde su sede, ubicada en Pío XII nº10, atienden todas las consultas, dudas y problemas que les plantean las personas mayores. Allí, tratan de solventarlas, ayudan a realizar trámites telemáticos o, si no pueden solventar el problema planteado, ofrecen orientación sobre dónde acudir y los pasos a dar.
En esta línea trabaja también el Ayuntamiento de Logroño, que acaba de anunciar la puesta en marcha de una Oficina Municipal de Atención a Personas Mayores y que a Álvarez, le gustaría poder gestionar desde UDP.
En lucha contra la brecha digital
Sus reivindicaciones y empeño en campos como la brecha digital van logrando resultados. «Es una pelea que hemos tenido durante muchos años. Hay muchas personas mayores que pueden adquirir una serie de conocimientos y desenvolverse. Pero no hay que olvidar que otra parte no va a poder subirse al carro de la tecnología y hay que seguir atendiéndolos».
En ambos sentidos han centrado sus esfuerzos: dando formación a través de cursos y trabajando con administraciones, entidades privadas y bancos, para que mejoren y amplíen la atención a los mayores. Van viendo avances importantes, «pero, allá donde tengo voz, sigo reivindicándolo”, recalca.
Al repasar las diferentes acciones de UDP, Álvarez destaca con especial afecto el grupo de voluntarios con el que cuentan; personas mayores que ayudan y acompañan a otras en situaciones de dependencia u otras circunstancias. «Tenemos voluntarios de hasta ochenta y tantos. No es una cuestión de los años que tengan, sino de la energía y las ganas de hacer y participar».
A sus 85 años, y con más de una década en la presidencia, Álvarez busca un relevo que siga trabajando para cambiar la visión y el papel que tienen las personas de más edad en la sociedad. «Casi el 25% de la población somos mayores de 75 años y queremos ser una parte activa y reconocida, porque tenemos muchas cosas que aportar».